El FC Barcelona se ha clasificado para las semifinales de la Copa del Rey tras empatar (2-2) con el Real Madrid en un partido espectacular. El rival de los azulgranas, que traían una ventaja de 1-2 del partido de ida, será el Valencia.
Fue un partido soberbio, lleno de alternativas y jugado de área a área. Arrancó mucho mejor el Real Madrid, que gozó de su primera ocasión a los diez segundos. Un error de relajación de Piqué dejó solo ante Pinto al Pipita Higuaín, siempre hambriento en la presión. El remate del argentino salió muy desviado, para alivio de los espectadores del Camp Nou, que aún no habían tomado asiento. No fue la única ocasión del Madrid en los primeros compases. Su imagen fue radicalmente opuesta a la del equipo conservador que afrontó el partido de ida. Cristiano Ronaldo dispuso de otras dos ocasiones, y también el propio Higuaín tras un error garrafal de Pinto al tratar de jugar en corto con Abidal. Sin embargo, cuando más cerca estuvo el Real Madrid del primer gol fue en un soberbio disparo de Mesut Özil que se estrelló en el larguero.
El juego fue del Madrid, pero la pegada son rió al Barça. En el minuto 43, Messi se escapó al galope atrayendo la atención de la zaga blanca. El argentino aprovechó para abrir a su derecha para la llegada de Pedro, que libre de marca batió a Casillas con un tiro raso y pegado al poste.
Apenas cinco minutos después, ya en tiempo de descuento, Dani Alves enganchó un zapatazo espectacular que fue tomando altura hasta entrar por la escuadra. Un gol espectacular que parecía decantar definitivamente la eliminatoria. No fue así.
Hacia el ecuador de la segunda parte, el paisaje cambió radicalmente. Fue en cuestión de cinco minutos. El Camp Nou pasó de aplaudir el rondo de los suyos a enmudecer con dos doles del Real Madrid. En el primero, Özil sirvió un balón en profundidad para Ronaldo, que rompió a Pinto con una finta y marcó tras recortarle. Solo cinco minutos después, Benzema dio otra muestra de frialdad y logró el empate tras acomodarse el balón con un sombrero a Puyol.
En los últimos veinte minutos, el espectáculo siguió aumentando, con ocasiones para ambos.
El Real Madrid gozó de su primera ocasión a los diez segundos. Un error de relajación de Piqué dejó solo ante Pinto al Pipita Higuaín, siempre hambriento en la presión. El remate del argentino salió muy desviado, para alivio de los espectadores del Camp Nou, que aún no habían tomado asiento. No fue la única ocasión del Madrid en los primeros compases. Su imagen fue radicalmente opuesta a la del equipo conservador que afrontó el partido de ida. Cristiano Ronaldo dispuso de otras dos ocasiones, y también el propio Higuaín tras un error garrafal de Pinto al tratar de jugar en corto con Abidal. Sin embargo, cuando más cerca estuvo el Real Madrid del primer gol fue en un soberbio disparo de Mesut Özil que se estrelló en el larguero.
El juego fue del Madrid, pero la pegada son rió al Barça. En el minuto 43, Messi se escapó al galope atrayendo la atención de la zaga blanca. El argentino aprovechó para abrir a su derecha para la llegada de Pedro, que libre de marca batió a Casillas con un tiro raso y pegado al poste.
Apenas cinco minutos después, ya en tiempo de descuento, Dani Alves enganchó un zapatazo espectacular que fue tomando altura hasta entrar por la escuadra. Un gol espectacular que parecía decantar definitivamente la eliminatoria. No fue así.
Hacia el ecuador de la segunda parte, el paisaje cambió radicalmente. Fue en cuestión de cinco minutos. El Camp Nou pasó de aplaudir el rondo de los suyos a enmudecer con dos doles del Real Madrid. En el primero, Özil sirvió un balón en profundidad para Ronaldo, que rompió a Pinto con una finta y marcó tras recortarle. Solo cinco minutos después, Benzema dio otra muestra de frialdad y logró el empate tras acomodarse el balón con un sombrero a Puyol.
En los últimos veinte minutos, el espectáculo siguió aumentando, con ocasiones para ambos.
Fue un partido soberbio, lleno de alternativas y jugado de área a área. Arrancó mucho mejor el Real Madrid, que gozó de su primera ocasión a los diez segundos. Un error de relajación de Piqué dejó solo ante Pinto al Pipita Higuaín, siempre hambriento en la presión. El remate del argentino salió muy desviado, para alivio de los espectadores del Camp Nou, que aún no habían tomado asiento. No fue la única ocasión del Madrid en los primeros compases. Su imagen fue radicalmente opuesta a la del equipo conservador que afrontó el partido de ida. Cristiano Ronaldo dispuso de otras dos ocasiones, y también el propio Higuaín tras un error garrafal de Pinto al tratar de jugar en corto con Abidal. Sin embargo, cuando más cerca estuvo el Real Madrid del primer gol fue en un soberbio disparo de Mesut Özil que se estrelló en el larguero.
El juego fue del Madrid, pero la pegada son rió al Barça. En el minuto 43, Messi se escapó al galope atrayendo la atención de la zaga blanca. El argentino aprovechó para abrir a su derecha para la llegada de Pedro, que libre de marca batió a Casillas con un tiro raso y pegado al poste.
Apenas cinco minutos después, ya en tiempo de descuento, Dani Alves enganchó un zapatazo espectacular que fue tomando altura hasta entrar por la escuadra. Un gol espectacular que parecía decantar definitivamente la eliminatoria. No fue así.
Hacia el ecuador de la segunda parte, el paisaje cambió radicalmente. Fue en cuestión de cinco minutos. El Camp Nou pasó de aplaudir el rondo de los suyos a enmudecer con dos doles del Real Madrid. En el primero, Özil sirvió un balón en profundidad para Ronaldo, que rompió a Pinto con una finta y marcó tras recortarle. Solo cinco minutos después, Benzema dio otra muestra de frialdad y logró el empate tras acomodarse el balón con un sombrero a Puyol.
En los últimos veinte minutos, el espectáculo siguió aumentando, con ocasiones para ambos.
El Real Madrid gozó de su primera ocasión a los diez segundos. Un error de relajación de Piqué dejó solo ante Pinto al Pipita Higuaín, siempre hambriento en la presión. El remate del argentino salió muy desviado, para alivio de los espectadores del Camp Nou, que aún no habían tomado asiento. No fue la única ocasión del Madrid en los primeros compases. Su imagen fue radicalmente opuesta a la del equipo conservador que afrontó el partido de ida. Cristiano Ronaldo dispuso de otras dos ocasiones, y también el propio Higuaín tras un error garrafal de Pinto al tratar de jugar en corto con Abidal. Sin embargo, cuando más cerca estuvo el Real Madrid del primer gol fue en un soberbio disparo de Mesut Özil que se estrelló en el larguero.
El juego fue del Madrid, pero la pegada son rió al Barça. En el minuto 43, Messi se escapó al galope atrayendo la atención de la zaga blanca. El argentino aprovechó para abrir a su derecha para la llegada de Pedro, que libre de marca batió a Casillas con un tiro raso y pegado al poste.
Apenas cinco minutos después, ya en tiempo de descuento, Dani Alves enganchó un zapatazo espectacular que fue tomando altura hasta entrar por la escuadra. Un gol espectacular que parecía decantar definitivamente la eliminatoria. No fue así.
Hacia el ecuador de la segunda parte, el paisaje cambió radicalmente. Fue en cuestión de cinco minutos. El Camp Nou pasó de aplaudir el rondo de los suyos a enmudecer con dos doles del Real Madrid. En el primero, Özil sirvió un balón en profundidad para Ronaldo, que rompió a Pinto con una finta y marcó tras recortarle. Solo cinco minutos después, Benzema dio otra muestra de frialdad y logró el empate tras acomodarse el balón con un sombrero a Puyol.
En los últimos veinte minutos, el espectáculo siguió aumentando, con ocasiones para ambos.
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